El Camino Natural del Lozoya en 2 etapas

 

Hola de nuevo, esta vez no nos hemos ido muy lejos de donde vivimos, pero si ha sido una experiencia muy especial y queremos haceros partícipes.

Llevábamos tiempo haciendo rutas de senderismo por Madrid y alrededores y por España cuando disponemos de más días libres pero nunca habíamos disfrutado la experiencia de hacer una ruta en varias etapas y como es normal estas cosas hay que hacerlas poco a poco asique después de darle varias vueltas decidimos probar con algo cercano y nos decimos por el Camino Natural del Lozoya.

Este camino sale de Rascafría y termina en el Cuadrón, ambas localidades ubicadas en la Sierrae de Madrid, asique en 14/10/16 y aprovechando el puente que nos cogimos con motivo del día del Pilar aprovechamos para ponernos a disfrutar a bordo de esta maravillosa aventura.

El día 14 salimos de Vallecas a eso de las 9 de la mañana y nos pusimos rumbo a Rascafría, llegamos sobre las 10, aparcamos el coche que hasta el 15 no volvimos a verle y emprendimos la marcha.

Bajamos como si fuéramos en dirección al Puente del Perdón y una vez alcanzamos un carril nosotrosnos dirigimos hacia la izquierda rumbo a Oteruelo, siguiente población por la que pasa el Camino.

Una vez en Oteruelo, surge la primera variante del camino, que nosotros como no podía ser de otra manera tomamos, y subimos a la Ermita de Sta. Ana.

Una vez en la Ermita volvimos a bajar, pero por otra pista para llegar a la siguiente población del Camino, Alameda del Valle.

Desde Alameda emprendimos el camino hacia Pinilla del Valle, a tan sólo 2km de Alameda y por una cómoda senda.
Hay que señalar que al hacer el camino en otoño, pudimos disfrutar de unas estampas maravillosas que quedaron en nuestras retinas grabadas a fuego y por muchas fotos que os pusiéramos esta claro que deberíais comprobarlo con vuestros propios ojos.

Al llegar a Pinilla del Valle, cogimos la siguiente variante que sale de la misma población de Pinilla y que lleva hasta la Ermita de La Concepción.

Una vez visitada la Ermita volvimos sobre nuestros pasos y aprovechamos para parar y tomar el bocata para reponer fuerzas con el Embalse de Pinilla de fondo, mejor que en un restaurante de 3 estrellas michelín ;-).

Tras reponer fuerzas, emprendimos la marcha para el último esfuerzo del día. Ahora nos tocaba salir de Pinilla dirección al pueblo de Lozoya, donde haríamos noche en los apartamentos La Rosa. excelente elección, bastante limpios, cómodos y con lo necesario para poder descansar para afrontar la etapa del día siguiente, más dura que la primera.
Cuando llegamos a Lozoya decidimos hacer la variante que sale del mismo pueblo de Lozoya y que nos llevó hasta la Ermita de la Fuensanta.

La verdad es que la Ermita estaba en un lugar bastante chulo, pero entre que ya llevábamos casi 20km en nuestras piernas, que tenía una subida de esas que te pican las piernas y que encima nos llovió pues la verdad es que costó un poquito pero mereció la pena.

Para cenar aprovechamos para recomendaros el Restaurante Fernando, en la plaza de Lozoya, se come fenomenal y es sitio está estupendo.

Segundo día:

Empieza la segunda y última etapa del camino y de nuestra aventura.
Después de un buen desayuno en el restaurante del propietario de los apartamentos donde dormimos, nos dirigimos rumbo a Garganta de los Montes.
Hemos de deciros que si la primera del camino hasta Lozoya es muy bonita, la segunda parte es extraordinaria.

Salimos de Lozoya rodeando el Embalse de Pinilla, dejamos atrás la Presa de Pinilla y continuamos hasta llegar al Puente de Canto, una maravilla de la arquitectura que todavía sobrevive al paso del tiempo y donde se puede apreciar la belleza del Río Lozoya.
Hacemos una parada para fotografiar el entorno del puente y las pequeñas gargantas del Rio que baja bravo.

Emprendemos la marcha hacia nuestra siguiente parada, el puente Matafrailes, con ese nombre os podéis imaginar su uso en tiempos remotos.

Como no podía ser de otra manera, al salir del puente empezó a llover asique tocaba cubrir mochilas, poner chubasqueros y disfrutar de la lluvia, del camino y lo más importante de la compañía.

El camino es maravilloso, distinto al del día anterior por ser un poco más abrupto y menos transitado pero precioso.

 

Tras llegar a Garganta de los Montes, tomamos la última variante del camino que nos lleva hasta la Ermita de los Prados.

Esta Ermita está en un alto y uno de los caminantes sufrió un poquillo por sobrecarga en una pierna, pero las ganas de descubrir y disfrutar pueden con las molestias normales del senderista.

Tras bajar de la Ermita de los Prados, volvimos al pueblo de Garganta de los Montes para reponer fuerzas. Tras buscar algún sitio donde nos dieran algo de comer, encontramos un bar donde nos comimos un lomo de orza y unos huevos rotos y de postre un café con un bizcocho casero que estaban buenísimos.
Ya sólo nos quedaban 6km para llegar a El Cuadrón, punto final del camino.

Tras la comida y después de la lluvia emprendimos la marcha dirección a El Cuadrón.
Llegamos al punto final y conseguimos hacer realidad nuestro sueño.

Una vez en el Cuadrón había dos opciones:
- Volver sobre nuestros pasos hasta Rascafría donde teníamos el coche
- Coger el bus hasta Rascafría

Cogimos el bus e hicimos noche en Rascafría, donde decidimos alojarnos dos noches, porque dado que 50km en 2 días nos habían parecido poco, queríamos hacer otra ruta más en Rascafría al día siguiente..........................................


pero esto ya os lo contaremos en otra entrada del blog.

De ruta por los Arribes...del Duero

Hola amigos, hace tiempo que no nos dejamos caer por el blog pero ya sabéis aquello de que nunca es tarde si la dicha es buena...

En la entrada de hoy os vamos a contar nuestra escapada de cinco días por el Parque Natural de los Arribes del Duero en mayo de 2015.

Día 1:
Salimos de Vallecas con la fresquita mañanera para intentar llegar sobre las 11 u 11:30 a Miranda do Douro, primer pueblo portugués al que se llega nada más pasar la franja que separa a España y Portugal.
Hemos de deciros que para lo que a nosotros nos gusta, que es el campo y las pateadas, este pueblo nos desilusiono, pues nos esperábamos mucho más y es el típico pueblo de calles pobladas de tiendas de Souvenirs y autobuses que descargan grupos de jubilados para que compren las toallas y las figuritas del famoso gallo de Portugal, con lo cual, dimos un paseo por el casco antiguo y al coche de nuevo, dirección al pueblo de Fariza, donde pretendíamos hacer una pequeña ruta que no conseguimos, pues un señor del pueblo, muy amablemente nos indicó como llegar a la ermita que era el punto final de la ruta pero no fuimos capaces de encontrar la bifurcación que nos indicó y después de un pequeño trayecto bajo un sol de justicia, decidimos volver sobre nuestros pasos para dirigirnos al siguiente pueblo, Fermoselle.
Ya en Fermoselle, dimos una vuelta por el pueblo, alguna foto que otra a la iglesia, pues tampoco tiene mucho más y decidimos buscar algún sitio para comer. Teníamos varios sitios, pero finalmente nos decidimos por entrar en la pensión España y hemos de deciros que acertamos de pleno. Totalmente recomendable y si alguna vez os dejáis caer por allí no os vayáis sin probar los champiñones a la plancha, una verdadera delicia de verdad. Todavía, salivo al acordarme de los buenos que estaban. También hay que decir que el bacalao al horno estaba exquisito y los postres una delicia, el trato y la atención muy bueno y en definitiva la relación calidad/precio se merece un 9.

Tras la maravillosa comida, decidimos que había que bajarla antes de meternos al coche, asique decidimos hacer una pequeña ruta que salía del pueblo de Fermoselle y terminaba en el Mirador de las escaleras.
La ruta era bastante fácil y sencilla y enseguida se llegaba a un mirador del Duero maravilloso.

El primer hito al que hay que llegar en la ruta es la fuente del Penao (os adjunto foto para que la localicéis si decidís hacer la ruta)

Una vez pasada la fuente siguiendo una pista asfaltada, se llega a la ermita



La ruta puede acabar en la ermita o bien se puede seguir en dirección al mirador de las escaleras, os recomendamos seguir.



Para ello, una vez en la ermita debéis coger la pista que indica Mirador y antes de llegar la mirador, veréis las ruinas de lo que era la casa de los carabineros.

Nada más pasar la casa de los carabineros, llegareis a unas rocas que ascendiendo por un pequeño sendero os llevaran al mirador de las escaleras.

Vistas del Duero desde el Mirador de las escaleras

Tras descansar y disfrutar de las vistas, vuelta a Fermoselle para coger el coche y emprender la marcha para llegar a nuestro alojamiento, pero no podíamos pasar por el embalse de la Almendra sin hacer una parada antes.
Este embalse tiene la mayor presa de la península y realmente impresiona, os adjunto un par de fotos para que podáis comprobar cuanta belleza hay en esta obra de ingeniería:

Tras visitar esta impresionante obra, nos dirigimos hacia Masueco de la Ribera, el pueblo donde nos alojamos.
Decidimos alojarnos en el Hostal Santa Cruz, y la verdad es que acertamos, pues la relación calidad/precio estaba fenomenal. El trato muy bueno y la comida estupenda, las cenas eran excesivas y muy variadas. Lo recomendamos a todo el que quiera alojarse en un sitio limpio, con opción de media pensión y a muy buen precio.

Día 2:
Tras tomar una copiosa cena en el hostal y descansar como merecíamos, emprendemos nuestro segundo día.
Nos dirigimos a Mieza para una vez allí hacer un pequeño recorrido que lleva al Mirador de la Code, donde además de encontrar un bonito mirador del Río Duero, también nos encontramos con una pequeña virgen y su santuario.
Volvemos sobre nuestros pasos y una vez en el pueblo de nuevo, tomamos dirección contraria para hacer el otro pequeño recorrido que sale del pueblecito de Mieza y lleva a la Peña del Águila, otro mirador sobre el río Duero.
Tras dos pequeños recorridos pero bajo un sol de justicia nos merecíamos hacer un alto y tomar algo fresco, para dirigirnos después a la población de Saucelle, donde comimos en un bar bastante "cutrecillo" pero que hacían unas tostas gigantes y bastante buenas y unos pinchos de tortilla espectaculares, y lo mejor de todo el precio, muy barato.

Después de comer y para bajar las tostas y la tortilla nos decidimos a realizar la pequeña caminata que llevaba desde Saucelles hasta el Mirador de las Janas, no más de 1km por pista de tierra y llegas a un mirador desde donde si te esfuerzas mucho ves un salto de agua que llaman El Cachón de Camaces, pero hemos de reconoceros que no fuimos capaces de verlo. Lo que si vimos fueron unos cuantos buitres que venían a comer a un lugar habilitado para ellos a unos 100 metros del mirador.

Una vez visto el Mirador nos dirigimos hacia la presa de Saucelles, impresionante construcción.
Para no volver sobre nuestros pasos, decidimos coger la carretera que cruza a Portugal e hicimos unos cuantos kilómetros por carreteras de Portugal para volver a cruzar a España por la población de la Fregeneda.

Por hoy ya era suficiente, rumbo al hostal a descansar y preparar la ruta del día siguiente.

Día 3:
Hoy nos toca visitar el Pozo de los Humos, esa fantástica caída de agua de la que todo el mundo hablaba y que teníamos tantas ganas de visitar.
La ruta salía del mismo pueblo donde estábamos alojados, por tanto, tras el maravilloso desayuno del hostal emprendimos nuestros pasos hacia el pueblo hasta que localizamos la flecha que nos dirigía al salto de agua conocido como el Pozo de los Humos.
Tras una pequeña ruta llegamos a una bajada considerable que nos llevó al mirador construido con el fín de observar el salto de agua.
Una vez allí no nos pareció tan impresionante aunque hay que reconocer que bonito era.

Pozo de Los Humos (Masueco)

Pozo de los Humos (Masueco)

Tras varias fotos, emprendimos la subida (por cierto horrorosa de esas que son cortas pero pican las piernas) y llegamos de nuevo al pueblo.
Cogimos el coche para dirigirnos al pueblo de Aldeadávila para hacer la ruta del Picón de Felipe, otro mirador más del Duero.

El Duero desde el Picón de Felipe (Aldeadávila)

Al volver como nos parecía poco trayecto cogimos dirección contraria para hacer otra pequeña ruta al Mirador del Fraile.

Presa desde el Mirador del Fraile (a la izquierda España y a la derecha Portugal)

Ya iba tocando ir a comer, asique nos fuimos a comer con la idea de visitar la Playa del rostro después de comer. Para llegar a ella hubo que bajar una carreterita bastante mareante, curvas y curvas y curvas y....más curvas hasta llegar al embarcadero que tiene al lado la Playa del Rostro.

Por la tarde, y dado que los días eran largos, de vuelta en Masueco y no cansados de ver maravillosos paisajes, decidimos hacer la ruta que nos quedada de las que salía de Masueco, la Cascada de la Cola del Caballo.
Nos pusimos en marcha y tras un bonito paseo por campos de cultivo, llegamos a una bajada. Nos dejamos guiar por el sonido del agua y llegamos a la bonita Cascada.
Para nosotros mucho más bonita que el Pozo de los Humos y con un encanto especial, sino decídmelo vosotros:

Cascada Cola de Caballo (Masueco)

Tras esta última ruta en la que la vuelta ya se nos hizo un poquito más pesada, volvimos al hostal a darnos la merecida ducha, una buena cena y a descansar que al día siguiente nos esperaba otra buena ruta.

Día 4:
Hoy nos levantamos con idea de dirigirnos al pueblo de La Fregeneda para realizar la ruta del Contrabando y la Ribera del Froya.
Pues bien tras desayunar como es debido, nos pusimos en marcha para llegar al pueblo de la Fregeneda, tras dar una vuelta por allí y localizar el inicio de la ruta nos pusimos en marcha.
La primera parte de la ruta va casi en paralelo al Rio Froya y pasa por la antigua vía férrea de la Fregeneda.

Ascendiendo llegamos al Mirador del Contrabando, otro lugar maravilloso para apreciar la belleza del Río Duero

En el camino de vuelta a Fregeneda comimos bajo unos árboles ya que nos chispeo un poquillo.
Y de nuevo vuelta al coche, pero antes de llegar a Masueco paramos para ver desde un Mirador el Río Huebra y el Cachón de Camaces, no se puede explicar, mejor poner foto y que cada uno saque sus conclusiones:

Cachón de Camaces

Río Huebra

Tras estas vistas, volvimos al hostal para descansar y afrontar los últimos dos días de vacaciones.

Día 5:

Hoy empezamos el día visitando el pueblo de Pereña, justo al otro lado de Masueco.

La primera de las rutas que hicimos nos llevó hasta la Ermita de Nª Sra. del Castillo que está junto al Teso del Berrocal, bonito lugar.

Ermita Nª Sra. del Castillo (Pereña)

Teso del Berrocal (Pereña)

Tras ver la Ermita y caminar entre piedras del Teso, volvimos sobre nuestros pasos para hacer la ruta del Pozo Ayrón, otra cascada más que bajo nuestra opinión nos pareció la más bonita, maravillosa y impresionante de todas las que recorrimos en este viaje que no fueron pocas.

Llegar hasta allí fué durillo ya que empezamos la marcha al mediodía y aunque no hacía sol, el bochorno era agobiante, pero el esfuerzo mereció la pena.

Tras una empinada bajada, el terreno se suaviza para volver a bajar de nuevo, sólo tenemos que seguir el camino y guiarnos por el sonido del agua, para llegar a la maravillosa cascada.

Pozo Ayrón (Pereña)

Pozo Ayrón (Pereña)

Pozo Ayrón (Pereña)

Pozo Ayrón (Pereña)

Tras volver sobre nuestros pasos tan sólo nos quedaba hacer una pequeña ruta andando hasta un mirador desde el que ibamos a ver de nuevo el Pozo de los Humos pero esta vez desde otra perspectiva. A nuestro juicio mucho mejor, pero que cada uno opine lo que crea, nosotros os dejamos unas cuantas fotos para deleitaros la vista.

Pozo de los Humos desde Pereña

Volvimos a Masueco para pasar la última noche antes de emprender la vuelta a casa.

Día 6:

Vuelta a casa pero no sin antes pasar por el pueblo de San Felices de los Gallegos, bonito pueblo pero es lunes y el castillo no puede visitarse, asique una vueltecita por sus empedradas calles y rumbo a casa.

San Felices de los Gallegos

Torre del Homenaje (S. Felices de los Gallegos)

Esperamos que os haya gustado el relato y hayamos sabido llevaros un pequeño trozito de las grandes maravillas que tenemos en nuestro maravilloso país.

Hasta la próxima....

Es cierto............¡¡Teruel existe!! (parte 1)

En ocasiones no somos conscientes de la belleza que tenemos en España y de aquellos lugares que no salen en las grandes revistas ni nadie habla de ellos pero está ahí, y uno de ellos es Teruel y su provincia.

El pasado mes de enero decidimos pegarnos una escapada y conocer Teruel y su comarca y hemos de reconocer que es bonita y espectacular, a pesar, de que el tiempo no era el más apropiado para poder disfrutar de sus parajes naturales como más nos gusta a nosotros, que no es sino andando.

Teruel, pequeña y acogedora, con su plaza del Torico como centro neurálgico e histórico tiene un encanto especial que hace que si cierras los ojos puedas verte transportado en el tiempo y llevado a la época medieval de castillos y princesas. Cabe destacar su catedral, sobria y sencilla pero con un techo mudejar espectacular y único en Europa que merece la pena visitar así como los Aljibes que se encuentran en la misma plaza del Torico y ver como los han restaurado y gracias a sus audiovisuales aprender un poquito más sobre la maravillosa historia de Teruel y sus amantes Diego e Isabel.
Una de las grandes desilusiones fué el famoso mausoleo de los amantes de Teruel, quizás sea por el enclave, en un edificio tan moderno habiendo edificios históricos mucho más bonitos o quizás por el timo que es pagar 8€ por ver las tumbas y una iglesia, la de San Pedro,bonita y original aunque quizás con un precio excesivo para lo que se ofrece, pero confiemos en que lo pagado sirva para mantener vivo todo aquello que nos representa.

 Iglesia de San Pedro

Mausoleo de los Amantes de Teruel

Respecto al alojamiento, hemos de decir que nos alojamos en el Parador de Turismo y tan sólo podemos definirlo mediante 2 palabras VERDADERAMENTE IMPRESIONANTE, la estancia, el trato y la comida bien merecen un reconocimiento.

En fín que la experiencia de visitar Teruel ha sido maravillosa pero queda lo mejor.....sus alrededores.

Pero eso lo dejo para el próximo día que ahora toca cenar y descansar..................

Manu&Vale

Ruta por la Hoz del Jarama para el día 9 de Noviembre

Hola a todos,

Os proponemos para el próximo 9 de Noviembre de 2012 una Ruta de senderismo por Guadalajara.

Se trata de una Ruta por la Hoz del Jarama con las siguientes características técnicas:

Distancia: 12 km (ida y vuelta)

Duración Estimada: De 3 a 4 horas (ida y vuelta y dependiendo de las paradas)

Desnivel: 100 metros

Dificultad: Baja

Desde Retiendas, hemos de salir por la maltrecha carreterilla que pasa junto al camposanto y, llegando a un puente, abandonarla para seguir bajando por la pista que corre por la margen izquierda del arroyo del Pueblo –afluente del Jarama–, entre chopos, encinas y corpulentos quejigos. Es el camino, que conduce en media hora escasa al monasterio de Bonaval, una de las primeras fundaciones del Císter en Castilla (1164) y la más romántica ruina de la sierra de Ayllón. Todo él, edificado con sillería de roca caliza, rubia como el sol.

A la vista del cenobio, el camino se bifurca: el ramal de la derecha baja lamiendo la fachada del asciterio para ir a desembocar en el Jarama; el de la izquierda, que es el nuestro, corre por encima del antiguo molino de los monjes –entre cuyos restos se reconoce la alberca, el caz y la torre por la que se precipitaba el agua hacia la rueda– y se adentra de inmediato en la curva hoz. 

Rebasado el trecho más acantilado de la hoz, la senda rodea por la derecha una amplia pradera, un respiro que se toma y nos tomaremos antes de embocar una nueva angostura, ésta de menor profundidad, pero donde el camino se reduce a una cornisa tallada en la roca viva, con un par de pasos en los que no sería razonable ponerse a bailar una tarantela. 

Aguas abajo, y como a una hora y media del inicio, veremos una gruta bostezando orilla de un olivarcejo; luego, el feo puente por el que cruza la carretera de Puebla de Vallés a Valdesotos, y a su vera, varios de los apriscos que los cabreros habilitaban antaño en las oquedades de los cortados.

Unos 200 metros más adelante, el Jarama nos depara la última sorpresa de la jornada: un puente medieval en perfecto estado, apoyado sobre un arco central de medio punto con dos pequeños arcos peraltados a cada flanco, colocados éstos a tal distancia del lecho, que no es probable que caten el agua salvo que sobrevenga otro diluvio; 30 metros mide su rasante empedrada, guardada por pretiles que divergen cual bocina hacia los extremos, tal como se siguen representando los puentes en los signos convencionales de los mapas. ¿Será necesario decir cuál es la roca dorada, clara como el agua del mozo Jarama, de la que esta hecha esta bella puente?

La vuelta, por el mismo camino, pero antes de llegar al final decidiremos un buen lugar para disfrutar de la comida que cada uno ha de llevar.

Ahora sólo queda que os apuntéis y decidáis pasar un buen día en la naturaleza.

Manu&Vale

Por tierras de Don Quijote...

En un lugar de la Mancha de cuyo nombre si queremos acordarnos, es donde hemos ido a parar esta vez Valeriano y Manuelita.

Si amigos, no quisimos despedir el 2011 sin escaparnos del ruido y del ajetreo prenavideño de Madrid y optamos por relajarnos unos días en Ciudad Real, más concretamente en el bello Almagro.
Aunque nosotros somos más de montaña, hemos de reconocer que la visita a Almagro ha sido perfecta.

Por un lado hay que destacar su maravilloso Corral de Comedias, bonito de ver y si podéis ir en la temporada en que realizan las visitas teatralizadas debe ser más chulo aún, nosotros no tuvimos esa suerte pues habían terminado el fín de semana anterior a nuestra visita.

Otro punto a destacar de Almagro, fué el maravilloso hotel donde nos alojamos, el Hotel "El Retiro del Maestre". Que trato más agradable y que serviciales fueron los dueños. El hotel se encuentra a tan sólo 2 minutos de la Plaza Mayor de Almagro. Sus desayunos son alucinantes, que se lo digan a Manuelita como se puso de bizcocho casero jajajaja. Os recomendamos el alojamiento.

Cierto es, que no puedes ir a Almagro y no probar sus berenjenas, pero si vais no dejeis de ir a la Plaza Mayor y tapear por sus bares, esas cazuelitas de carne de ciervo, o esas pipirranas, esos quesitos de la Mancha......ay sólo de escribirlo se nos hace la boca agua.
Si vuestra economía os lo permite no dejeis de daros un homenaje e ir a comer al Parador, que además está ubicado en lo que antes era el Convento de San Francisco. Si vais probad los entretenimientos manchegos que os sorprenderan con sus piruletas de queso manchego y  sus croquetas de gachas o sus migas del pastor, buenísimo todo.

Además de estar en Almagro aprovechamos para visitar un lugar llamado Almadén...Pero esto lo dejaremos para la siguiente entrega.

Esperamos que os haya gustado.

Manu&Vale

Y por fín llegaron las tan ansiadas vacaciones...

Hola a todos,

Lo primero que nos gustaría es pediros disculpas por haber abandonado un poquito el blog, pero intentaremos que a partir de ahora no lo dejemos tanto.

Bueno pues si, nos despertamos un 28 de junio de 2011 a las 5:30 de la mañana, con nuestra mejor sonrisa para dirigirnos a tierras asturianas.
La noche había sido extremadamente calurosa en la capital y deseábamos llegar a la frescura del norte, pero quién nos iba a decir a nosotros que justo nada más dejar León y entrar en Asturias, tendríamos que activar los limpias del coche y poner las antinieblas.
Pues si sobre las 11:30 de la mañana poníamos el pie en Nava, bello pueblecito de la comarca de la Sidra, no sin antes de salir del coche coger el chubasquero. Asique, la estampa era digna de ver, con sandalias, pantalón corto y el chubasquero puesto jejejeje dignos de ver vaya que si.

Al llegar a Nava, no hay mucho que ver pero aprovechamos para visitar el Museo de la Sidra, que además por ser Martes su visita era gratuita.

Una vez visitado el museo de la sidra y después de quedarnos claro como se hace la sidra natural y como debe beberse, nos dirigimos hacia Cangas de Onis, donde paseamos bajo la lluvia, contemplamos el maravilloso puente romano de Cangas y pudimos degustar una buena comida.

A 3 km de Cangas en dirección a Covadonga teníamos la reserva del hotel y después de comer y tomarmos un buen café con unos dulces típicos (casadielles) nos dirigimos hacia allí. La reserva del hotel fué todo un acierto, hemos de dar las gracias a las compis de Manuelita que se lo recomendaron y acertaron 100%.
Como ibamos a pasar 7 noches nos dieron la opcion de coger una habitacion más grande pero en un edificio un poco más retirado del principal (a tan sólo 96 escalones jejejeje) pero lo cogimos y fué otro acierto más pues el relax que allí habia bien merecía los 96 escalones.

A partir de ese momento empezaron la mejores vacaciones de nuestra vida....

Pero continuaremos en la siguiente entrada.



Manu and Vale

Los Molinos-Santuario Virgen del Espino

Se presentaba el día con sol y nubes cuando partíamos de la Estación de cercanías de Entrevías, no eran las 10.00 cuando nos subíamos al convoy que nos tenía que llevar al pueblo de Los Molinos. Tras una hora y media llegamos a nuestro destino, donde nos recibía una lluvia meona que no nos abandonaría en toda la jornada.

Después de transitar por las calles del pueblo, tomamos la carretera que nos lleva al cementerio y la casa de las Hermanitas de los pobres, observando como de las lujosas casas, pasábamos a la via pecuaria y a fincas ganaderas. El paisaje se iba transformando, pero la lluvia y las nubes no nos dejaban apreciar las cumbres de la sierra madrileña. Por el camino nos encontramos con algún ciclista y un grupo dando un paseo a caballo, ¡no somos los únicos que a pesar del mal tiempo se atreven a salir a disfrutar de la naturaleza!. Después de culebrear por la pista llegamos a una leve ascensión que nos conduce al Santuario de la Virgen del Espino y desde el cuál teníamos que ver el pico de La Peñota, pero el tiempo lo impide. Esperabamos otra cosa, pero no ha estado del todo mal.

Aparece una familia y lleva flores y un cirio a la Virgen, su estancia es más corta que la nuestra. Mientras ellos hacen su ofrenda, aprovechamos el momento para fotografiar las vistas que nos ofrece el lugar. Como la lluvia no cesa y el estómago empieza a rugir, nos vemos obligados a emprender la marcha, sintiéndolo mucho, ya que es un lugar perfecto para hacer una parada y reponer fuerzas, pero el tiempo no estaba de nuestra parte.

Dejando el Santuario a nuestra derecha y siguiendo la pista, comenzamos el camino de regreso hacia el pueblo. En el camino nos encontramos con una patrulla de la Guardia Civil y numerosos caballos fuera de sus fincas. Aunque sólo sea por estas estampas merece la pena llegar hasta allí.

Una vez en el pueblo, y aprovechando que había cesado la lluvia. En un parque cercano a una Ermita, decidimos hacer que nuestros estómagos dejaran de rugir, a una velocidad más por el frío que por el hambre. Decidimos después entrar en calor en la cafetería La Parada, donde tomamos un buen café caliente y en un buen ambiente.

Tocaba el momento de volver a la Estacíón y emprender el regreso a la ciudad. Se acabó el maravilloso día, pero prometemos haceros partícipes de nuevas escapadas.

Manu and Vale