De ruta por los Arribes...del Duero

Hola amigos, hace tiempo que no nos dejamos caer por el blog pero ya sabéis aquello de que nunca es tarde si la dicha es buena...

En la entrada de hoy os vamos a contar nuestra escapada de cinco días por el Parque Natural de los Arribes del Duero en mayo de 2015.

Día 1:
Salimos de Vallecas con la fresquita mañanera para intentar llegar sobre las 11 u 11:30 a Miranda do Douro, primer pueblo portugués al que se llega nada más pasar la franja que separa a España y Portugal.
Hemos de deciros que para lo que a nosotros nos gusta, que es el campo y las pateadas, este pueblo nos desilusiono, pues nos esperábamos mucho más y es el típico pueblo de calles pobladas de tiendas de Souvenirs y autobuses que descargan grupos de jubilados para que compren las toallas y las figuritas del famoso gallo de Portugal, con lo cual, dimos un paseo por el casco antiguo y al coche de nuevo, dirección al pueblo de Fariza, donde pretendíamos hacer una pequeña ruta que no conseguimos, pues un señor del pueblo, muy amablemente nos indicó como llegar a la ermita que era el punto final de la ruta pero no fuimos capaces de encontrar la bifurcación que nos indicó y después de un pequeño trayecto bajo un sol de justicia, decidimos volver sobre nuestros pasos para dirigirnos al siguiente pueblo, Fermoselle.
Ya en Fermoselle, dimos una vuelta por el pueblo, alguna foto que otra a la iglesia, pues tampoco tiene mucho más y decidimos buscar algún sitio para comer. Teníamos varios sitios, pero finalmente nos decidimos por entrar en la pensión España y hemos de deciros que acertamos de pleno. Totalmente recomendable y si alguna vez os dejáis caer por allí no os vayáis sin probar los champiñones a la plancha, una verdadera delicia de verdad. Todavía, salivo al acordarme de los buenos que estaban. También hay que decir que el bacalao al horno estaba exquisito y los postres una delicia, el trato y la atención muy bueno y en definitiva la relación calidad/precio se merece un 9.

Tras la maravillosa comida, decidimos que había que bajarla antes de meternos al coche, asique decidimos hacer una pequeña ruta que salía del pueblo de Fermoselle y terminaba en el Mirador de las escaleras.
La ruta era bastante fácil y sencilla y enseguida se llegaba a un mirador del Duero maravilloso.

El primer hito al que hay que llegar en la ruta es la fuente del Penao (os adjunto foto para que la localicéis si decidís hacer la ruta)

Una vez pasada la fuente siguiendo una pista asfaltada, se llega a la ermita



La ruta puede acabar en la ermita o bien se puede seguir en dirección al mirador de las escaleras, os recomendamos seguir.



Para ello, una vez en la ermita debéis coger la pista que indica Mirador y antes de llegar la mirador, veréis las ruinas de lo que era la casa de los carabineros.

Nada más pasar la casa de los carabineros, llegareis a unas rocas que ascendiendo por un pequeño sendero os llevaran al mirador de las escaleras.

Vistas del Duero desde el Mirador de las escaleras

Tras descansar y disfrutar de las vistas, vuelta a Fermoselle para coger el coche y emprender la marcha para llegar a nuestro alojamiento, pero no podíamos pasar por el embalse de la Almendra sin hacer una parada antes.
Este embalse tiene la mayor presa de la península y realmente impresiona, os adjunto un par de fotos para que podáis comprobar cuanta belleza hay en esta obra de ingeniería:

Tras visitar esta impresionante obra, nos dirigimos hacia Masueco de la Ribera, el pueblo donde nos alojamos.
Decidimos alojarnos en el Hostal Santa Cruz, y la verdad es que acertamos, pues la relación calidad/precio estaba fenomenal. El trato muy bueno y la comida estupenda, las cenas eran excesivas y muy variadas. Lo recomendamos a todo el que quiera alojarse en un sitio limpio, con opción de media pensión y a muy buen precio.

Día 2:
Tras tomar una copiosa cena en el hostal y descansar como merecíamos, emprendemos nuestro segundo día.
Nos dirigimos a Mieza para una vez allí hacer un pequeño recorrido que lleva al Mirador de la Code, donde además de encontrar un bonito mirador del Río Duero, también nos encontramos con una pequeña virgen y su santuario.
Volvemos sobre nuestros pasos y una vez en el pueblo de nuevo, tomamos dirección contraria para hacer el otro pequeño recorrido que sale del pueblecito de Mieza y lleva a la Peña del Águila, otro mirador sobre el río Duero.
Tras dos pequeños recorridos pero bajo un sol de justicia nos merecíamos hacer un alto y tomar algo fresco, para dirigirnos después a la población de Saucelle, donde comimos en un bar bastante "cutrecillo" pero que hacían unas tostas gigantes y bastante buenas y unos pinchos de tortilla espectaculares, y lo mejor de todo el precio, muy barato.

Después de comer y para bajar las tostas y la tortilla nos decidimos a realizar la pequeña caminata que llevaba desde Saucelles hasta el Mirador de las Janas, no más de 1km por pista de tierra y llegas a un mirador desde donde si te esfuerzas mucho ves un salto de agua que llaman El Cachón de Camaces, pero hemos de reconoceros que no fuimos capaces de verlo. Lo que si vimos fueron unos cuantos buitres que venían a comer a un lugar habilitado para ellos a unos 100 metros del mirador.

Una vez visto el Mirador nos dirigimos hacia la presa de Saucelles, impresionante construcción.
Para no volver sobre nuestros pasos, decidimos coger la carretera que cruza a Portugal e hicimos unos cuantos kilómetros por carreteras de Portugal para volver a cruzar a España por la población de la Fregeneda.

Por hoy ya era suficiente, rumbo al hostal a descansar y preparar la ruta del día siguiente.

Día 3:
Hoy nos toca visitar el Pozo de los Humos, esa fantástica caída de agua de la que todo el mundo hablaba y que teníamos tantas ganas de visitar.
La ruta salía del mismo pueblo donde estábamos alojados, por tanto, tras el maravilloso desayuno del hostal emprendimos nuestros pasos hacia el pueblo hasta que localizamos la flecha que nos dirigía al salto de agua conocido como el Pozo de los Humos.
Tras una pequeña ruta llegamos a una bajada considerable que nos llevó al mirador construido con el fín de observar el salto de agua.
Una vez allí no nos pareció tan impresionante aunque hay que reconocer que bonito era.

Pozo de Los Humos (Masueco)

Pozo de los Humos (Masueco)

Tras varias fotos, emprendimos la subida (por cierto horrorosa de esas que son cortas pero pican las piernas) y llegamos de nuevo al pueblo.
Cogimos el coche para dirigirnos al pueblo de Aldeadávila para hacer la ruta del Picón de Felipe, otro mirador más del Duero.

El Duero desde el Picón de Felipe (Aldeadávila)

Al volver como nos parecía poco trayecto cogimos dirección contraria para hacer otra pequeña ruta al Mirador del Fraile.

Presa desde el Mirador del Fraile (a la izquierda España y a la derecha Portugal)

Ya iba tocando ir a comer, asique nos fuimos a comer con la idea de visitar la Playa del rostro después de comer. Para llegar a ella hubo que bajar una carreterita bastante mareante, curvas y curvas y curvas y....más curvas hasta llegar al embarcadero que tiene al lado la Playa del Rostro.

Por la tarde, y dado que los días eran largos, de vuelta en Masueco y no cansados de ver maravillosos paisajes, decidimos hacer la ruta que nos quedada de las que salía de Masueco, la Cascada de la Cola del Caballo.
Nos pusimos en marcha y tras un bonito paseo por campos de cultivo, llegamos a una bajada. Nos dejamos guiar por el sonido del agua y llegamos a la bonita Cascada.
Para nosotros mucho más bonita que el Pozo de los Humos y con un encanto especial, sino decídmelo vosotros:

Cascada Cola de Caballo (Masueco)

Tras esta última ruta en la que la vuelta ya se nos hizo un poquito más pesada, volvimos al hostal a darnos la merecida ducha, una buena cena y a descansar que al día siguiente nos esperaba otra buena ruta.

Día 4:
Hoy nos levantamos con idea de dirigirnos al pueblo de La Fregeneda para realizar la ruta del Contrabando y la Ribera del Froya.
Pues bien tras desayunar como es debido, nos pusimos en marcha para llegar al pueblo de la Fregeneda, tras dar una vuelta por allí y localizar el inicio de la ruta nos pusimos en marcha.
La primera parte de la ruta va casi en paralelo al Rio Froya y pasa por la antigua vía férrea de la Fregeneda.

Ascendiendo llegamos al Mirador del Contrabando, otro lugar maravilloso para apreciar la belleza del Río Duero

En el camino de vuelta a Fregeneda comimos bajo unos árboles ya que nos chispeo un poquillo.
Y de nuevo vuelta al coche, pero antes de llegar a Masueco paramos para ver desde un Mirador el Río Huebra y el Cachón de Camaces, no se puede explicar, mejor poner foto y que cada uno saque sus conclusiones:

Cachón de Camaces

Río Huebra

Tras estas vistas, volvimos al hostal para descansar y afrontar los últimos dos días de vacaciones.

Día 5:

Hoy empezamos el día visitando el pueblo de Pereña, justo al otro lado de Masueco.

La primera de las rutas que hicimos nos llevó hasta la Ermita de Nª Sra. del Castillo que está junto al Teso del Berrocal, bonito lugar.

Ermita Nª Sra. del Castillo (Pereña)

Teso del Berrocal (Pereña)

Tras ver la Ermita y caminar entre piedras del Teso, volvimos sobre nuestros pasos para hacer la ruta del Pozo Ayrón, otra cascada más que bajo nuestra opinión nos pareció la más bonita, maravillosa y impresionante de todas las que recorrimos en este viaje que no fueron pocas.

Llegar hasta allí fué durillo ya que empezamos la marcha al mediodía y aunque no hacía sol, el bochorno era agobiante, pero el esfuerzo mereció la pena.

Tras una empinada bajada, el terreno se suaviza para volver a bajar de nuevo, sólo tenemos que seguir el camino y guiarnos por el sonido del agua, para llegar a la maravillosa cascada.

Pozo Ayrón (Pereña)

Pozo Ayrón (Pereña)

Pozo Ayrón (Pereña)

Pozo Ayrón (Pereña)

Tras volver sobre nuestros pasos tan sólo nos quedaba hacer una pequeña ruta andando hasta un mirador desde el que ibamos a ver de nuevo el Pozo de los Humos pero esta vez desde otra perspectiva. A nuestro juicio mucho mejor, pero que cada uno opine lo que crea, nosotros os dejamos unas cuantas fotos para deleitaros la vista.

Pozo de los Humos desde Pereña

Volvimos a Masueco para pasar la última noche antes de emprender la vuelta a casa.

Día 6:

Vuelta a casa pero no sin antes pasar por el pueblo de San Felices de los Gallegos, bonito pueblo pero es lunes y el castillo no puede visitarse, asique una vueltecita por sus empedradas calles y rumbo a casa.

San Felices de los Gallegos

Torre del Homenaje (S. Felices de los Gallegos)

Esperamos que os haya gustado el relato y hayamos sabido llevaros un pequeño trozito de las grandes maravillas que tenemos en nuestro maravilloso país.

Hasta la próxima....